La aritmética de las pensiones

Si pone atención al tema pensiones, se dará cuenta que tanto aquí como en otros países hay descontento e incertidumbre con el futuro de las pensiones. En noviembre pasado vi en Madrid un gran cartel llamando a una gran manifestación el 13.11.21 con el eslogan: “Blindar las pensiones en la constitución”, es decir, convertir las pensiones y su administración en leyes del Estado. Imagino la complejidad de esta reivindicación, aunque los gobiernos socialistas y populistas como saben que son temporales y los problemas le quedan a los que siguen, no escatiman en prometer hasta lo que se sabe imposible de realizar. Pero como las ilusiones y esperanzas de la gente no siguen la aritmética de las pensiones sino las promesas, vuelven a elegir a quienes prometen, pero no se comprometen. 

Aquí también con frecuencia vemos noticias sobre las pensiones y opiniones de economistas sobre los sistemas estatales y los sistemas privados de los fondos de pensiones y su administración. Yo, con lo poco que sé de aritmética, dos más dos seguirán siendo cuatro por más malabares y promesas que se quieran hacer.

Lo normal y deseable sería, que la suma de todos los diversos ingresos en cualquier sistema pensiones sean, como en todo negocio, mayores que los egresos, pero por lo que estamos viendo, ni aquí ni en otros países eso está sucediendo.  

Después de escuchar una conferencia sobre los próximos diez años, la evolución del internet de las cosas, el 5G, la inteligencia artificial, la neurotecnología, la liberación de la mariguana, la evolución del trafico de estupefacientes, la delincuencia cibernética y otros temas, explicó el conferencista que los sistemas de pensiones colapsarán porque los supuestos en que se fundamentan no suceden en la realidad. 

Por ejemplo, se calcularon asumiendo pleno empleo. Que los ingresos de los cotizantes crecerían y todos cotizarían. Que el dinero se rentabilizaría por encima de la inflación. Que serían administrados con visión inteligente y financiera de largo plazo. Que no se malversarían y que después de jubilarse, los derechohabientes vivirían menos de diez años.

Pero la esperanza de vida ha crecido, se ingresa anualmente menos de lo que se paga, el número de pensionados crece y no crece el de los cotizantes en la proporción necesaria, aquí el sector informal sigue creciendo. Con la pandemia quebraron muchas empresas y se sumergieron. Las mismas organizaciones de los estados no cotizan puntualmente al sistema de pensiones y en algunos países los gobiernos han obligado a los sistemas de pensiones a prestarles los ahorros por debajo de la media de los intereses bancarios y como estas otras aventuras financieramente frustrantes para la rentabilización de los ahorros de los trabajadores a medio y largo plazo. 

Resumiendo, el riesgo de no recibir lo esperado es creciente, no solo aquí sino en muchos países. Escriba en un buscador: “Por qué colapsan los sistemas de pensiones” y encontrará mucha información de lo que pasa aquí, en España, México, EEUU y en Europa y la recomendación común es que reduzca el consumo compulsivo y ahorre por su cuenta, adicional a lo que cotiza por ley en el sistema de pensiones, para mantener su calidad de vida.

Volviendo a la aritmética de los sistemas de pensiones, la cosa es que si no hay o no alcanza, deben buscarse formas para que haya suficiente y crezca. ¿Cómo? Formalizando los negocios, controlando que todos coticen correctamente, que las pensiones se asignen en función de las cotizaciones, que las empresas que cotizan no se vayan, crear empleo productivo, revisar las cotizaciones asumiendo por lo menos veinte años de vida después de la jubilación y otras cosas que los economistas recomiendan. 

Mientras tanto, seguiremos escuchando promesas, más basadas en buenos deseos y captar votos, que en la aritmética básica de las pensiones.

Pues eso, no se enoje y pase un buen domingo. 

Pedro Roque 

2 comentarios en “La aritmética de las pensiones”

  1. Roberto Balcáceres

    Hola Pedro: Estoy de acuerdo con todo lo dicho por ti sobre los sistemas de pensiones. Pero te comento 3 puntos : 1) Los sistemas de pensiones en unos pocos países no se van a caer por que en un caso, los Estados Unidos, igual que han hecho en la pandemia, ellos pueden imprimir lo que les de la gana y lo mas que habrá es un pleito entre los dos partidos. En los otros casos porque son dictaduras poderosas, Rusia y China, tambien pueden imprimir lo que quieran. Creo que al resto del mundo desarrollado los controlan sistemas monetarios, grandes bancos, y FMI. Europa tiene doble llave. Los que estamos mal son los que no tenemos ni moneda propia. Aquí como en otros países si se van a caer las pensiones. 2) Hace muchas décadas, le presente a unos amigos japoneses algo beodos igual que yo, una solución que se me ocurrió leyendo ciencia ficción y lo curioso es opinaron que estaba bien: la única forma de volver formales a los informales es cambiando el cuadro así: La empresa se constituye de nuevo con 70% de capital del dueño actual y el gobierno aporta el 30% en efectivo, con el compromiso de que ese 30% se trasladará a los empleados y trabajadores de la empresa entre 2 y 5 años de la formalización. El comentario de mis amigos fue que en Japón había empresas así y que otra manera era la agrupación de empresas para vender fuera del país, con el gobierno añadiendo y financiando algunas informales en el paquete ( tipo Toray, Mitsui, Chori, etc ). 3 ) En el caso especifico de España creo que con tantas posiciones políticas y las particulares posiciones de los diversos pueblos que la componen, sin Rey o Reina ya se hubiese desarmado. Por eso los puso F. Franco el dictador.
    Saludos

  2. El problema principal es que se paga más que lo que ingresa. Mientras eso no cambie seguirán la spensiones en alto riesgo Si se presta para mantener las pensiones hay que devolver los préstamos y si se imprime dinero sin respaldo se crea inflación. Al final lo que manda es la aritmética de cualquier negocio pequeño o multinacional.

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