La mejor política social…

“La mejor política social es la creación de fuentes de empleo”. Esta gran verdad la escuche hace años del expresidente español José María Aznar y creo que es cierto, porque para una persona que quiere mantener honradamente a su familia, sintiéndose orgulloso de su trabajo y profesión, la mejor opción es un empleo digno. Y tan importante es crear leyes y políticas que faciliten y incentiven la creación de nuevos empleos, como la recuperación de los empleos perdidos por causa de la pandemia del Covid-19.

Y parte del endeudamiento contraído por el gobierno y que pagaremos entre todos, supuestamente está previsto para asegurar el resurgimiento de las empresas que fueron afectadas por la pandemia, están al borde de la quiebra o ya quebraron, pero que con capital de trabajo fresco a bajos intereses se pueden recuperar.

Según informaron hace dos meses los empleos formales perdidos por la pandemia, de acuerdo a la reducción de las cotizaciones del ISSS, serían unos ochenta y cuatro mil, a los que hay que sumar, por lo menos, dos veces más de empleos informales.

Con relación a la Pandemia, según la experiencia de los científicos que conocen y saben del crecimiento y decrecimiento de las curvas de contagio, explican que después de alcanzar su punto máximo, por las medidas correctivas y preventivas de las personas, la curva empieza a bajar hasta un determinado momento en que por diferentes razones, como descuidos en el cumplimiento de las medidas de protección o aglomeraciones, aparecen rebrotes como está sucediendo desde hace tres semanas en España, Francia, Alemania, Italia, Bélgica y en el Reino Unido.

Reviso diariamente los periódicos españoles y alemanes y en ninguna región ni ciudad se han vuelto a cerrar empresas, pues la crisis económica ha golpeado y sigue golpeando a muchas que están tratando de recuperarse para mantener, crear y recuperar empleos.

En los distritos de Madrid aislados con conocimiento exacto de los contagios, la excepción más importarte es salir para ir a trabajar. Las empresas, como aquí, son responsables de que sus empleados no se contagian durante el trabajo.

El dilema si priorizar la vida o la economía, creo se deben priorizar ambas en paralelo y al unísono, aplicando las medidas que ya sabemos.

El mismo día que EDH publica sobre la apertura de un nuevo centro comercial y la creación de mil quinientos nuevos empleos, que está muy bien, un informe del Fondo Monetario Internacional nos dice que en el tiempo que las empresas estuvieron cerradas, se dejaron de producir, productos y servicios, por dos mil seiscientos diez millones de dólares y aunque se intuye que el 2021 puede ser mejor, aunque aún está por ver, parece una buena señal.

La crisis se solucionará creando y recuperando empleo productivo, que genere riqueza, beneficios, que coticen en la seguridad social y paguen los impuestos correspondientes, para conseguir reducir el endeudamiento y que al país no le pase como al señor que de un salario de seiscientos dólares solo recibe cien, porque los otros quinientos son descuentos para los bancos por las deudas que ya traía, más las que adquirió con la pandemia.

Ninguna persona, familia, empresa o país sale de la pobreza si no produce más de lo que consume. Pero si lo que tiene es déficit, como aquí, endeudarse no es malo, siempre que el dinero prestado se invierta en proyectos rentables con los que se pague la deuda y generen beneficios económicos y sociales. ¿Así lo están haciendo?

Ya terminando: Muy bien por la apertura del nuevo centro comercial con 1500 empleos, en el que seguramente funcionaran muchas empresas a las que desde aquí les deseo éxitos y rentabilidad.

Pedro Roque

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