VOLVIENDO A LO BÁSICO

Este miércoles leí en un periodico español: “Suecia saca las pantallas de las áulas y vuelve al libro de papel”. ¿Y por qué? Resulta que Suecia ha empeorado sus resultados con 544 puntos, frente a los 555 del 2016, en el informe PIRSL, sobre la comprensión lectora de los niños. (PIRLS es el Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora (PIRLS, Progress in International Reading Literacy Study), de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, International Association for the Evaluation of Educational Achievement), que evalúa la comprensión lectora del alumnado en su cuarto curso de escolarización obligatoria. No sé si los realizan aquí y tampoco sé cómo saldrían nuestros niños si lo realizaran.

El punto es que, apesar que el resultado en Suecia es superior a la media europea, de 528 puntos, la ministra de educación, Lotta Edholm, ha decidido atajar el descenso de las capacidades lectoras de los alumnos y dotar de 60 millones de euros en 2023, más 45 en 2024 y 2025, para que los libros vuelvan a las aulas.

Crée que ninguna tablet podrá sustituir a los libros. En el futuro quiere ver más libros y menos tiempo de pantalla en las escuelas, para evitar una generación de analfabetos funcionales, y su plan es, recuperar la política de “Un libro por asignatura y alumno”.

Me alegró la noticia, porque mi generación en la escuela primaria y secundaria, de 1950 a 1964 y la de ingeniería en Alemania de 1966 a 1972, aprendimos escribiendo los textos dictados por los maestros y copiando de la pizarra los mapas dibujados con tizas de colores, y en geometría, la hipótesis, tesis y demostración de los teoremas. Lo mismo en ingenieria, algunos profesores tenían sus propios libros, sus textos impresos y además recomendaban otros libros. Durante mi carrera de ingenieria yo tuve que comprar unos veinticico libros, de mecánica, electricidad, química, física, dibujo técnico, compendio de formunas, resistencia de materiales, cálculo diferencial e integral, dinámica, termodinamica, alemán técnico, diccionarios especiales, computación y otros.

Creo que tambien debieramos potenciar aquí, la lectura en voz alta. Si tiene hijos, pídales que lean este u otro texto en voz alta y se dará cuenta como leen.

Pasando a otra cosa… Hace unas semanas escribí sobre el reciclaje de los desechos domésticos, industriales y de plásticos en Suecia donde reciclan practicamente todo.

Aquí cuando compramos una botella de agua, nos cobran el agua y la botella y como la desechamos, perdemos el dinero que pagamos por la botella. En Suecia hay máquinas en los supermercados, parecidas a las expendedoras de bebidas, en la que se introducen las botellas y por medio de un sistema de lectura del codigo de barras, se la descuentan de la compra en el supermercado, pues la ley sueca responsbiliza a los fabricantes de plástico a recolectarlo para reciclarlo. Aquí nos siguen dejando la responsabilidad de reciclaje a los consumidores y pierden el beneficio del negocio de reciclar.

Lo siguiente interesante de Suecia, es el “plogging”, deporte que iniciaron en el 2016. Consiste en salir a correr y recoger la basura que se encuentra en el trayecto. Botellas, platos, vasos, desechables y llevarlos en una bolsa a los lugares de recolección. Los expertos, opinan que el plogging es mejor que solo correr, pues al parar y agacharse, resulta más eficaz para quemar calorías.

Pero fíjese… El mismo miércoles, mientras en Suecia el transporte público es “cero emisiones”, aquí se publica el titular: “Buseros tendrán un año y medio más para remplazar unidades de más de 20 años”, a la par de fotos que muestran buses tirando chorros de humo negro… Es como decir: “Oficialmente se les permite a los propietarios de buses, continuar contaminando el medio ambiente 18 meses más”.

Lo grave, con todos mis respetos, no son los años que circulan los buses, sino permitir el pésimo mantenimiento y quizás que no penalizan las emisiones contaminantes de los motores, ni la mala condición del estado de los buses antiguos, ni la forma agresiva de acelerar, frenar y adelantar, que incrementa el consumo de combustible y la polución.

Resumiendo… Quizás, por el bien de nuestra niñez, vendría bien, desde el MiNED plantearse volver los libros. Imaginese, uno por cada materia y alumno. Y para VMT revisar, que el problema con los buses, desde hace cuatro asambleas, no son tanto los años, cuanto la irresponsabilidad del mal mantenimiento y la polución…

Y si salimos a correr, limpiemos practicando “plogging».

Pedro Roque
Todo es más facil y más sencillo con sentido común.

3 comentarios en “VOLVIENDO A LO BÁSICO”

  1. Es un buen método de estudio completo porque se familiariza mejor con un libro que con una tablet o computadora porque si comparamos la metodología del aprendizaje del libro es más sano y con la tablet está haciendo las investigaciones de un tema a través de Internet y ala vez esta haciendo bombardeado de muchos anuncios publicitarios que más bien es una distracción del aprendizaje o de la memoria del estudiante.

  2. Volver al libro de papel. La tablet puede tener el libro y aplicar “Un libro por asignatura y alumno”.
    Libro de papel vrs. libro digital, esa es la comparación no libro de papel y tablet.

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